Que existan cruceros en la ciudad en los que haya vendedores ambulantes ya no es extraño para los automovilistas, ya se acostumbraron a verlos, sobre todo, en los cruceros de avenida Aviación con avenida Corregidora y el de la avenida Isla de Tris con Pléyades son los más codiciado por los ambulantes y, por lo consiguiente, el más concurrido y disputado.
En estos cruceros de la ciudad proliferan los limpiaparabrisas, los payasitos y malabaristas además de vendedores de frutas, aguas embotelladas, bolis, dulces, juguetes y todo tipo de artículos que pueden ser de interés para los conductores, o sus hijos, quienes son los que se emocionan con el juguete novedoso que les muestran.
Según Ricardo Medina, uno de los malabaristas, dijo que en un buen día pueden sacar ganancias de 300 pesos, eso sí, desde que sale el sol hasta que este se pone, pero aun cuando piensen la gente que es muchos deben considerar que de ahí toman para la compra de su desayuno y comida, agua para hidratarse, pues todo el día están bajo el calor.
Además de arriesgarse entre los vehículos, pues hay choferes que apenas se pone el color verde en el semáforo, arrancan a gran velocidad y apenas alcanzan a quitarse de su camino, pero ya lo consideran gajes del oficio y pues en todo trabajo se corre algún cierto grado de peligro.
En los cruceros también hay mujeres payasitas, que cargan a sus hijos a las espaldas mientras realizan sus malabares y después piden dinero a los automovilistas por el espectáculo, pero al ver que se platicaría con ellas se fueron rápidamente del crucero. Ricardo Medina explicó que se debe a que temen que sean funcionarios municipales que quieran quitarles a los niños.
El joven malabarista no quiso contestar si hay alguna persona o personas que se dedique a controlar a los vendedores de cruceros, si pagan algún tipo de cuota o derecho por estar en los cruceros más concurridos de la Isla, pues en el caso de las frutas que se ofertan en esas zonas una camioneta es las que llega a dejarlos y levantarlos.